HISTORIA DEL ARTE
Mochica - Naturalismo y documento - Psicología y ceremonia
En la
costa norte del Perú, en el valle del río Moche cercano a la actual ciudad de Trujillo,
se estableció el centro gubernativo de la cultura mochica, 50 a.C. - 850 d.C.
Esta sociedad estuvo compuesta por una poderosa casta militar y civil aristocrática,
donde el mito del jaguar entronizó su poder. Fue un estado despótico y agresivo, con
jefes de vida lujosa y palaciega, ostentadores de placeres y valentía guerrera.
Acompañando a esa oligarquía, desde sus retiros templarios, habitaban los sacerdotes en
pirámides escalonadas de adobe, ofrendando rituales y practicando la medicina.
Huaca "del Sol"
Construcción templaria principal mochica.
Fue levantada durante años el aporte de adobes, fabricados por cada grupo familiar, como impuesto anual pagado al estado.
Como principal deidad, veneraban al felínico dios totémico llamado Aiapaec, "El Hacedor". También, obtuvo culto preferencial el zorro nocturno, lunar, que aulla "conversando" con el astro. Era una sociedad con hegemonía masculina,donde la mujer carecía de relevancia política y la práctica homosexual estaba establecida. Fueron pescadores y navegantes, en pequeñas balsas y en embarcacionesmayores de varios tripulantes, que recorrían la costa norte peruana.
Arete
Huacos retratos.
Huacos retratos.
Botella esférica.
Botella esférica.
Sistema compositivo |
Sus técnicas agrícolas incluían la recolección de huano en las islas cercanas y la utilización de portentosas canalizaciones de regadío. Estas obras de ingeniería hidráulica al igual que su arquitectura fueron de excelencia constructiva y de logradas soluciones civiles y templarias.
Sobresalen entre sus monumentos religiosos la Huaca "del Sol", pirámide levantada íntegramente con adobes. Sus dimensiones aproximadas eran 228 X 135 m de base y 48 m. de altura y poseía un gran templo en su interior. Aunque de menor tamaño, se destaca también la Huaca "de la Luna" que juntamente con la anterior constituyeron su principal centro de ceremonial.
Hay fundadas opiniones para aceptar que tuvieron un sistema signal compuesto por pallares marcados --grandes porotos--. Si bien no se ha podido establecer con certeza la práctica de una escritura es indudable que estos signos muestran un tipo de lenguaje.
Desarrollaron la metalurgia y sobre todo la orfebrería, género plástico con el cual demostraron exquisitas cualidades artísticas y una técnica superior.
Toda su realidad existencial, su transcurrir cotidiano, fue registrado en su cerámica. Esto se ejecutó de dos maneras: con vasijas escultóricas, modeladas con notable fidelidad documental y enfática intención de objetivar lo real, y botellas esféricas con escenas naturalistas dibujadas con pincel. Tal obra cerámica, de excelentes valores técnicos y morfológicos, fue levantada como una verdadera enciclopedia iconográfica, donde esta cultura volcó un entrañable Intimismo de autoglorificación, producto de una idiosincrasia de exacerbada soberbia. (Características normales de las castas gobernantes en Amerindia.)
Los escultores retratistas
En general fueron modeladores de concepción humanista y Estilo morfológico Figurativo: Naturalista. Dan significado a la forma con elementos tomados de lo cotidiano, sobresaliendo en la documentación de esa realidad. Modelan sus ceramios escultóricos con firme carácter y Expresionismo, como ostentadora exégesis al militarismo, a la esclavitud y a escenas sexuales, mostrando a menudo alejamiento de los temas mítico-religiosos. Entre las vasijas escultóricas ceremoniales hay una enorme cantidad de retratos de personajes de toda índole: nobles y populares.
(Se entiende el concepto retrato como una representación, humana, animal o vegetal, que pretende una interpretación, lo más fiel posible, de un modelo, tanto físico como psíquico.)
La intención del artista mochica no queda restringida al retrato facial: cuando modela un animal, una planta, los diversos personajes de su sociedad, los actos de tales personajes o los hechos de la vida cotidiana, está pretendiendo retratar, documentar, "fotografiar" dicha realidad.
Es así que encontramos un enjambre multifacético de hechos humanos y naturales, plasmados con el esplendor de un modelado que derrocha vitalismo, para perpetuar plásticamente con firmeza y expresión un movimiento, un gesto, una carcajada, una anatomía, una somatización, una escena sexual, un simbolismo, un vegetal o el soberbio semblante de un jefe. Es una vasta realidad retratada, donde se encuentra la más extensa gama del acontecer humano, uno de los más exhautivos y coherentes registros socio-culturales habidos en la América antigua.
(Sólo las culturas de Occidente de México y los mayas de la isla de Jaina han aportado una obra cerámica escultórica de similares intereses documentales pero de no de tan vasta tipología.)
Los dibujantes relatores
Pero, los mochicas no limitaron su registro y capacidad solo a lo escultórico. Realizaron, con la misma intensidad vocacional y plástica, dibujos monocromos con pincel sobre botellas cerámicas. Los dibujos representan escenas de narraciones sociales, míticas, religiosas, guerreras y de caza. Son sensibles grafías con intención motriz ya que los personajes pocas veces se los ve estáticos. Sus movimientos y actitudes esclarecen el relato que muestra acciones dentro de escenas muy precisas, tanto cotidianas como míticas. A menudo se muestran los hechos de crueles ceremonias, situaciones humorísticas, dibujos caricaturescos y hasta superreales.
(Ej. superreal: la escena donde los platos de comida que les están sirviendo a unos nobles señores, también avanzan por sí mismos pues poseen piernas. También, la imagen de un pallar con piernas que, al caminar, se va transformando en hombre.)
Son todos trabajos exentos de solemnidad donde hasta las deidades son presentadas humanamente. El dibujo fue cambiando de acuerdo con épocas.
En un principio las líneas fueron gruesas, toscas; paulatinamente, se van afinando adquiriendo dinamismo, dominio espacial de la superficie curva del ceramio y una refinada gracia ejecutiva.
Dentro de esta gran labor se muestra otra singularidad: en la cerámica escultórica generalmente se ve un solo personaje u objeto estático, en cambio, en las escenas dibujadas, siempre son múltiples, de varios personajes interrelacionados con un accionar o situación. El virtuosismo lineal, esencia de la vitalidad formal y de su contenido temático, es coherente con la expresión y definición plástica.
Botella esférica. Escena de cacería de focas. Escultura y dibujo sobre cerámica.
Se evidencia que los mochicas organizaron talleres cerámicos, con escultores y dibujantes, para relatar lo cotidiano y plasmar honduras físicas, psíquicas y místicas, levantando un universo iconográfico como genial inmanencia de su Ser poético.
César Sondereguer
Titular de Cátedra Diseño y Arte Precolombino
FADU - Univeridad de Buenos Aires - Argentina
Fotografías del autor
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