En la península de Yucatán, durante el
primer milenio d.C., la cultura maya estructuró una sociedad teocrático-feudal y, desde
el 1000 d.C., de señoríos militares. Estuvo compuestas por estratos sociales, autarquía
en cada centro y una política despótica, de continuas guerras de conquista entre los
centros principales de Calakmul y Tikal.
La religión, factor aglutinante y en gran medida gestora de su extraordinaria obra
artística, estableció ritual y ética. La otra causalidad plástica fue la volición por
documentar lo político y social.
La cultura maya se desarrolló conformando comunidades alrededor de centros de culto con
un urbanismo sui generis: es una conformación edilicia nacida de y para un pensar
mítico, cosmogónico y astronómico. Las plazas, pirámides templos y campos de pelota
fueron diseñados con una morfoespacialidad simbólica y geomántica, producto de una
teología cósmica y de observaciones siderales. Levantaron observatorios y edificios
templarios produciendo alineaciones astronómicas para sus calendarios solar, mágico y
del planeta Venus.
Serán arduos y continuados trabajos urbanísticos que, desde principios de nuestra era,
fueron agregando diversos tipos arquitectónicos sin definidas armonías del conjunto. Tal
urbanismo es opuesto al de Teotihuacan o Monte Albán ya que éstos, desde sus inicios, se
planificaron y levantaron coherentemente durante siglos.
Técnicamente, los mayas se manejaron con recursos y materiales de nivel neolítico, como
toda la enorme civilización Amerindia; no obstante, esto no impidió las sapientes
expresiones logradas con sus preocupaciones metafísicas, astronómicas, matemáticas,
estéticas y plásticas
Metafísicas: En cuanto a la configuración de una
mitología cosmogónica y animista como respuesta cosmovisiva, y una elaborada ideología
ritual de constante presencia ceremonial. En cuanto haber diseñado estéticas
iconográficas develando su Ser y la inmanencia místico-poética.
Astronómicas: Por haber incrementado una continuada investigación científica
sobre el sidéreo y la medición del tiempo, inventando dos calendarios: uno solar de 360
días más 5 Haab-- y uno de interpretación mágica, astrológico-adivinatorio, de
260 días Tzolquin--. Hay que destacar también el calendario venusiano, las fechas
de eclipses, épocas de lluvias, etc. Su obsesión por medir el tiempo se relaciona con la
necesidad de dominar el transcurrir y sus consecuencias agrícolas y existenciales.
Ese
ambicioso plan de conocer la mecánica celeste, produjo uno de los esfuerzos de
mayor persistencia exitosa que ha tenido el talento humano. Por cuanto gran parte
de su plástica ideográfica simboliza modelos celestes como la Vía Láctea, Venus, el
Cielo, etc.
Matemáticas: En cuanto a la invención de un sistema numerológico aritmético, el
concepto del cero y una Geometría Sagrada, como símbolo causal cósmico.
Estética: Por la concepción de normas Morfoproporcionales y Sistemas
Compositivos, creando una estética por cada centro pero con similitudes
generales de los Modos Estéticos: Intimista o Híbrido; de
los Estilos morfológicos: Figurativo: Naturalista o Idealista,
Abstracto: Figurativo o Geométrico, Barroco y Expresionista.
Plásticas: Por la original creación de diseños para los Géneros Plásticos.
Por su eximia vocación de arquitectos, dibujantes, escultores y ceramistas configurando
pensamientos mítico-cosmovisivos y de su vida cotidiana. Por la
arquitectura-escultórica. Por la escultura, preferentemente de relieves tallados o
modelados. Por las morfologías cerámicas, en general soporte de dibujos con pluma,
incisos y/o coloreados. Por la escritura glífica y su importancia de diseño gráfico
signal-semiótico y plástico.
Se comprueba, observando dibujos y relieves, que la
textilería y la indumentaria fueron de notables diseños y excelente tejido que por
razones climáticas no se han conservado.
El arte visual maya, morfológica y estéticamente, no es un todo único. No se debe
confundir su unidad teológica y glífica, sus triunfos matemáticos, astronómicos y
calendáricos que le confieren unidad cultural, con los respectivos criterios formales de
cada centro.
Es cierto, como se dijo más arriba, que los Modo Estético y los
Estilos morfológicos son válidos para toda la zona maya pero, tal corpus de similitudes,
no alcanza a lo morfoespacial, lo proporcional y compositivo ni a las técnicas
constructivas realizadas en los distintos centros de culto. Tal comprobación
demuestra la autarquía política y creativa habida entre los numerosos centros.
César Sondereguer
Titular de Cátedra Diseño y Arte Precolombino
FADU - Univeridad de Buenos Aires - Argentina
Fotografías Melgarejo - Sondereguer. Dibujos del autor.
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