inscribirse |

x

E-mail:

Contraseña

Olvidé mi contraseña

x

Recuperar clave

Ingrese su email:

HISTORIA DEL ARTE

Incas - Forma y Espacialidad

Esta nueva propuesta analítica proseguirá con la interpretación de la naturaleza del arte amerindio. Continuará privilegiando los fundamentos ideológicos y estéticos aplicados a las numerosas morfologías y enfatizará sobre lo conceptual y lo plástico por ser la substancia de aquel colosal acervo. Los portentosos logros artísticos habidos merecen y necesitan tal crítica.
El volumen bibliográfico existente sólo desarrolla lo histórico, lo iconográfico descriptivo y lo técnico realizativo como único corpus existencial de aquella creatividad. Por supuesto, lo descubierto desmiente este parcial criterio.
"No solo de pan vivió aquel hombre" sino, y muy dedicadamente, de lo metafísico espiritual: llámese cósmico, religioso, poético o estético como su obsesivo afán diseñado plásticamente lo prueba. Por lo tanto, un análisis en este sentido se impone por una ruta filosófica.

 

El incario

La incaica fue la última alta cultura de Suramérica. Sin duda, el estado por ellos fundado, tuvo uno de los más inteligentes gobiernos políticos y sociales del planeta. Supieron aprovechar las conquistas técnicas, artesanales y científicas de la tradición secular, junto a la de los pueblos conquistados.

El imperio del Tahuantinsuyo, el más extenso habido en Amerindia, desde Ecuador al Noroeste argentino y el río Maule, Chile, fue expandido por el inca Pachacutec, su hijo Topa Yupanqui y su nieto Huayna Capac en el lapso de un siglo.

Con una rígida ética, paradigma de conducción administrativa y total pragmatismo; con el absoluto y fusionado mando religioso, político y militar ejecutaron, con precisión y rapidez, las más variadas corporeidades funcionales: una política de conquista, ingeniería de caminos e hidráulica, terrazas de cultivo, urbanizaciones, economía, astronomía, educación, comunicaciones, minería, etc.

Continuando una tradición dos veces milenaria, la textilería tuvo amplio desarrollo. Sus diseños adolecieron de cierto convencionalismo pero su factura y terminación fueron excelentes. Los cerámios, producidos con molde y en serie, se destacaron por su relevancia utilitaria junto a la ceremonial -principalmente los aríbalos- siendo su fabricación de gran calidad de pasta y cocido. En cuanto a la orfebrería, tuvo destacada presencia mística y buena terminación.

 

La Arquitectura

Su principal y más cabal expresión plástica, fue la arquitectura, de hondos contenidos metafísicos, de acuerdo con severas convicciones dogmáticas y diseños pragmáticos, acordes con sus necesidades.

Fue realizada por una eximia dirección y calificada mano de obra que levantó poderosos sistemas murarios de estructura antisísmica con distintos tipos de bloques tallados y ensamblados entre sí sin argamasa -pirca-.

 

Templo de Kenco

 

Esta arquitectura es la constancia, cuantitativa y cualitativa, de un pensamiento colosal y abstracto. Concebida con Modo Estético Monumental, es habitual observar en tal arquitectura dos conceptos morfoespaciales fusionados: el arquitectónico-escultórico y el de integración con el paisaje, su venerada Geografía Sagrada.

 


Así lo demuestran taxativamente Kenco, Sacsayhuaman, Pisac, Ollantaytambo o Machu Picchu, para señalar sólo una síntesis de su colosal obra.

Aquí, lo metafísico, es lo mítico-religioso aunado a lo poético. Lo físico, es la facticidad de su poder político, de su afán urbanístico y de su gusto estético, o sea, su acaecer existencial transmutado en inmensa fábrica.

 

Templo solar de Pisac

 

Los incas no tallaron figuraciones idealizadas de dioses ni retratos documentales; su aspiración apuntó más allá de lo humano, de lo meramente cotidiano: se centró en la volición de lo perenne, de lo eternal. Son obras conceptuales, de poderosas estructuras, ajenas a toda figuración. Escogieron rocas cual sagrada materia, esculpieron la montaña y levantaron pueblos en las cimas de los cerros: tales sus monumentos conmemorativos.

 

 

Son diseños para una definida presencia de Estilo Purista, realizados como culto a la deificada piedra, metáfora de su desmesurada poesía andina.
De esta manera, tallaron y/o construyeron las multiplicadas escaleras y los enésimos altares omnipresentes; las colosales murallas de Sacsayhuaman; los Intihuatanas, sus gnómones solares; la fortaleza templaria de Ollantaytambo, o las cimas de los cerros Huayna y Machu Picchu.
Siendo la última cultura de la milenaria civilización animista y neolítica suramericana, extrajeron de la roca, al igual que las culturas olmeca y azteca, la suprema petricidad, esa cualidad expresiva de la piedra que sólo los grandes artistas desocultan.

Fue una voluntad plástica siempre en connubio con una función práctica y espiritual, proyectada matemáticamente hacia lo perpetuo, para establecer su magistral presencia ontológica.
Por ello, su arquitectura es plástica funcional de severo Monumentalismo ensamblada con la naturaleza; es hábitat plasmado como escultura donde, la espacialidad cósmica percibida se transmutó en espacialidad conceptual creada; es la expansión de su expresión que permanece inmanente a los Andes.

 

Posible altar o base de observación en Machu Picchu.

 

El Sol, su deidad autora y conservadora de la vida; el Paisaje, su todo sagrado necesitado como permanente integración; el Agua, purificadora y genésica; la Piedra, conservadora de la perennidad del Ser y su inmanencia místico-poética, son la síntesis objetiva del pensamiento quechua.



Este gnosticismo constante, fundamento motor de su voluntad, fusionó el diseño con el paisaje para crear una nueva topografía que hermanara lo humano con la montaña, lo hecho con la naturaleza.

Aquel construir, fruto desmesurado de los "hijos de Inti", como ellos se consideraban, fue de una soberbia inaudita: quisieron cohabitar con el Sol, su dorado padre, ascendiendo a las cumbres y reestructurándolas en su honor para satisfacer su colosal ideología templaria. Muchos cerros dejaron de ser naturaleza virgen para transfigurarse en enormes construcciones, para que forma y espacialidad diseñadas desocultaran su poiesis, símbolo de su volición eternal.

Esta, su idiosincrasia estética, es inmanente a una expresión megalítica similar a la tiwanakota, sus posibles ancestros.
Aquellos hombres, empeñados en el dominio de un vasto territorio, lograron hacer suya a la montaña. Arremetieron sobre la volumentría de los Andes y la magnificencia del paisaje. Tal afirmación se demuestra, en descomunal escala, con la transformación topográfica que significaron las numerosas terrazas de cultivo, los caminos, los túneles e ingeniería hidráulica; la talla del roquedal de Kenco y de infinidad de rocas-altares sembradas por Perú. Esta tenacidad por esculpir y construir los califica como escultores y arquitectos natos, sin vínculo alguno con lo figurativo, conceptualizando todo su hacer pues la sagrada piedra fue inmanencia de su Ser étnico que con ella se corporizó.

La vasta otredad edilicia que el incario instituyó fue producto de una dialéctica integradora que estableció un permanente equilibrio entre la materia y su vital espacialidad. Caminando los urbanismos se aprehende la compulsión constructiva habida; la persistencia por marcar sitios e integrarse con "Madre natura"; la gobernada obsesión egocéntrica que resta inherente, cual fantasmal alter ego, al paisaje eternal por ellos diseñado.

Los Andes les transmitió el poder, educó su matemática mente creadora fusionada con la racional mano artesanal, y cuando la inducción estuvo madura, tomaron la materia pétrea como genésica corporeidad plástica y plasmaron su labor para inmortalidad del Ser quechua.

 

La ciudadela de Machu Picchu

 

Machu Picchu

 

Mucho se ha dicho sobre esta pequeña ciudad, ubicada en la cúspide del cerro homónimo, pero casi nulo ha sido el discurso filosófico y estético.

Dentro de este ámbito peculiar, los incas resumieron con categórica potencia expresiva, su racionalizado concepto arquitectónico-escultórico como prototipo constructivo.

 

 

 

Veamos los contenidos involucrados en la ciudadela:

 

Urbanismo social:
Idea funcional ideológica: civil, militar, religiosa y agrícola. Idea funcional práctica: como hábitat autónomo.

 

Expresión de un pensamiento visual:
Plástico, arquitectónico-escultórico. Idea estética de la obra: producto de un ordenamiento de recíproco equilibrio entre lo funcional y lo espacial; efecto de una corporeidad fusionada con una venerada Geografía Sagrada y compuesta por cánones morfoproporcionales propios de una Geometría Sagrada.

 

Construcción de lo estrictamente necesario aprovechando todo lo dado por la topografía: desniveles de terrenos, rocas y ubicación del promontorio para uso templario. De esta manera, realizar el diseño preestablecido de sus tipos de obras convencionales.

Machu Picchu es un sitio de privilegio urbanístico por la simbiosis conseguida entre el paisaje y lo creado. Se transmutó lo natural en concepto; en volumetría monumental y cerrada, partícipe del paisaje para fundar una comunión cósmica.

Aquí, hay un estricto compendio de parcialidades ensambladas con notable pericia y funcionalidad. Es un juego dialéctico uniendo sectores utilitarios: civil, militar, sacro y agrícola, estableciendo un Intimismo focalizado dentro del todo Monumental. Todo lo construido por el incario tuvo estas características.

Se levantó, en este proyecto político y social, un hábitat de evidente pragmatismo aunando lo místico y lo plástico. Tal sensación es solo percibida por el hecho de estar allí y sentir allí. Es la fuerza expresiva de aquella Fe, genitora de tanta voluntad de ser la que, ambulando por los siglos de sus piedras aún hoy nos impacta, abruma y embelesa.

Machu Picchu es arquetipo de aquel acendrado misticismo por el paisaje, por lo pétreo, lo solar y lo hídrico. Es un comprimido ejemplo arquitectónico-escultórico, hijo de un inmaculado pensamiento formal; diseñado y colocado en el Tiempo para cumplir su destino de ser Naturaleza.

 

César Sondereguer

Titular de Cátedra Diseño y Arte Precolombino
FADU - Univeridad de Buenos Aires - Argentina
Fotografías del autor

© Copyright 2003 - Todos los derechos reservados.

 

Diseño 5artes.com Optmizado para: 1024 x 768 ® 5artes - Marca Registrada © Copyright 2001 - Todos los Derechos Reservados