Velázquez era su segundo apellido. Su nombre completo era Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, que el artista hizo famoso en la forma abreviada.Su acta de bautismo es del 6 de junio de 1599.

 

El aguatero de Sevilla (1621)

Se inició en la pintura a los once años, en el taller de Francisco Pacheco; en 1617 obtuvo su diploma y sus credenciales de pintor y al año siguiente se casó con Juana Miranda Pacheco, la hija de su maestro. Le llevó muy poco tiempo lograr su maestría, pero Sevilla, poblada de iglesias y de conventos era un ambiente limitado, nada propicio para las ambiciones del joven. Hace su primer viaje a Madrid en 1622 con la intención de informarse; realiza una exploración preliminar que le permite estudiar las colecciones reales y conocer a algunos nobles.

 

En su segundo viaje, un año después, le encargan los primeros trabajos importantes, y finalmente logra pintar el retrato del rey. Fue el éxito.

 

 

Velázquez pasó al servicio de Felipe IV como pintor de cámara y se estableció con su familia en la capital.

 

Desde ese momento, junto a su profesión de pintor, siempre atento y activo, se destacó el cortesano que paso a paso fue desarrollando, sin obstáculos ni pausas, una espléndida y afortunada carrera desde "Ujier de Camera" en 1627 hasta "Apodentador Mayor" en 1652, es decir que se ubica entre los más importantes funcionarios de la corte, posición que le permitió habitar en una dependencia del Palacio.

 

La herrería de Vulcano (1630)

En aquella época, conocer Italia representaba, para todo artista, una gran aspiración, y también Velázquez emprendió su peregrinaje; desembarcó en Génova el 19 de setiembre de 1629, residió un año en Roma, y desde Nápoles, en enero de 1631, luego de haber visitado los mayores centros artísticos de la península, regresó a su país.

 

Aproximadamente veinte años más tarde volvió a Italia participando - en el viaje de ida - de la embajada enviada a Trento para recibir a la archiduquesa Mariana de Austria, prometida de Felipe IV.

 

 

Después de cumplir ese cometido siguió viajando para abastecerse, y enviar obras de arte a España, con el objeto de aumentar la colección real. Esta segunda visita a Italia duró desde setiembre de 1649 hasta junio de 1651. En Roma, donde igual que la primera vez se afincó durante más de un año, fue nombrado académico de San Luca. En 1657, quiso volver a Italia nuevamente, pero el soberano negó su consentimiento.

 

El triunfo de Baco (1628)

Ya Velázquez estaba en la cumbre de su gloria alternando su actividad artística con otros compromisos en el Palacio. En esa época emprendió la restauración de las obras de arquitectura y de decoración del Alcázar.

 

El 28 de noviembre de 1659 obtuvo el más alto reconocimiento, la Orden de Santiago, un título nobiliario que Felipe IV quiso concederle haciendo una excepción a la regla, para lo cual debió elevar la petición al papa Alejandro VII.

 

 

Este es el mayor y el último de sus triunfos. Pocos meses después, el 6 de agosto de 1660, Velázquez muere en Madrid. El arte español sufrió la influencia de su genio, y su doctrina se difundió por toda Europa, dando lugar a los mayores logros de la pintura moderna.