NOTAS
Naturaleza Muerta - La reivindicación
Los primeros cuadros de flores fueron pintados al reverso de retratos.
|
El término naturaleza muerta, paradójicamente, nace en Holanda, hacia 1650 en inventarios de cuadros. También se conocieron términos similares como: cuadro con frutos, cuadros que representan banquetes o refrigerios, modelo inerte, naturaleza inmóvil o cosas en reposo.
Las obras pictóricas denominadas naturalezas muertas, como no es extraño que suceda en el arte, hallaron una explicación teórica y una clasificación adecuada, solo mucho tiempo después de haberse establecido, formal y temáticamente, como un tipo especial de pintura e incluso después de haber alcanzado el primer pico culminante de su desarrollo.
Un siglo más tarde se comenzó a hablar en Francia del concepto de naturaleza muerta, aclarando que se trataba de cosas inanimadas.
Luego en 1780 Jean Baptiste Descamps definió el mismo término como objetos inmóviles.
La jerarquía de aprendizaje inicial asignado a las obras con naturalezas muertas proviene de las primeras escuelas de arte que sucedieron a la fundada por Charles Lebrun en el siglo XVII y que protegidas por las cortes, fueron surgiendo en la mayoría de los centros de cultura europeos. Sus estatutos establecían una jerarquía entre los géneros de pintura enseñados en ellas que se apreciaban perfectamente en un esquema, determinado por normas ajenas al arte, llamado El árbol de Porfirio. Esta jerarquía se hallaba constituida por un orden que iba de lo inanimado (provisto o no de cuerpo), pasando por lo animado, hasta llegar al hombre, poseedor de un alma inmortal y obra maestra de la creación.
El género de la naturaleza muerta, por lo tanto tenía asignado el rango más bajo, ya que la simple reproducción de objetos inmóviles o inanimados (flores, utensilios, libros o restos de comida sobre una mesa) no correspondían a las ideas de dignidad que, según las reglas de etiqueta del absolutismo eran expresión de lo sublime. Justamente lo sublime era lo que categorizaba al arte.
De acuerdo a esto el rango más importante le correspondía a la pintura histórica, o sea la representación de lo bíblico o mitológico y por supuesto de los actos de estado ejecutados por reyes, príncipes y potentados; luego en la escala seguían los retratos, obviamente de los mismos y familiares. Animales, paisajes y objetos inanimados se ubicaban en la parte inferior de la escala, ya que tenían que ver con seres inferiores o naturaleza inanimada.
Además el costo de la realización de las obras también seguían esta escala. También se basaba en la idea de que una obra pictórica histórica (generalmente de mayores dimensiones) era más difícil de realizar que una naturaleza muerta; aunque el tiempo se encargó de demostrar que en la práctica no regía esta tabla, ya que obras inanimadas alcanzaron precios de realización superiores a las obras históricas o a los retratos.
Con respecto a esto Caravaggio opinaba que era igualmente difícil pintar un buen cuadro con frutos que uno con figuras humanas.
Tal pensamiento selectivo se compartía con la mayoría de los pintores que tras mucho tiempo de divergencias lograron hacer entender a los críticos que, desde el punto de vista técnico y estético no tiene importancia que objeto se pinte (trivial o sublime), ya que el mérito artístico es el mismo en ambos casos. Es decir que un pintor de exquisitas naturalezas muertas como lo era Jean Baptiste Simeón Chardin, bien podía medirse con cualquier pintor de temas históricos. O tal vez las técnicas ilusionistas tan maravillosamente aplicadas por el artista griego Zeuxis, quien una vez pintó unas uvas tan reales que los pájaros bajaban a picotearlas (según relata "Plinio el viejo" en su "Historia Natural").
Pintores como Manet, Cezzane, Renoir, Van Gogh, Odilon Redon, Braque, Juan Gris, Georges Rohner, Minaux, entre otros se han expresado a través de sus naturalezas muertas.
Picasso mismo mostró su evolución como artista a través de estas obras donde puede observarse su pasaje al cubismo:
1907 - "Cántaro, cuenco y limón" 1908 - "El frutero"
1912 - "Naturaleza muerta española" (cubismo)
1912 - "Botella, guitarra y pipa"
1913 - "Copa y botella de Suze"
No nos olvidemos que este prodigioso artista pintaba deslumbrantes figuras humanas a los 15 años, según las reglas del academicismo.
Después de toda una vida con la pintura digo: El arte es una mentira que nos acerca a la verdad.
Susana D' Momo
© Copyright 2002 - Todos los derechos reservados.
Diseño 5artes.com | Optmizado para: 1024 x 768 | ® 5artes - Marca Registrada | © Copyright 2001 - Todos los Derechos Reservados |