Arte Primitivo - Neolítico

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El periodo neolítico se inicia en el Cercano Oriente y Mesopotamia, y su cronología varía según las zonas, pero se sitúa por lo general entre los años 6.000 a.c. y 3.000 a.c.

 

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Fresco de Tassili N'Ajjer Sahara
En esta escena aparece una multitud de figuras humanas, que se relacionan con los animales. Encontramos poca variedad de colores, dos como máximo, y no existe la intención de crear volumen. Este esquema se traslada también al movimiento de las figuras, más torpe que en el Levante español.

 

Con la llamada Revolución Neolítica se desarrolla la agricultura (trigo y cebada), la cría de animales domésticos (cabra, oveja, bóvidos y el perro) y el intercambio comercial genera prosperidad y un aumento demográfico.

Un testimonio excepcional de estas nuevas formas de vida son las pinturas rupestres del Sahara y del Levante Español.

 

Entre el quinto y el cuarto milenio a.c. llega el pleno neolítico a Europa; su elemento más característico es la cerámica de bandas, cardial o campaniforme.

 

 

Hacia el final de este período, se extiende el uso de entierros colectivos bajo construcciones de enormes piedras o megalitos, cuyo origen parece situarse hacia el 4.000 a.c. en las Islas Británicas y el norte de Francia.

 

Carro solar de Trundholm Dinamarca

(1.300 a.c.) El disco, imagen que se ofrece como adoración al sol, está decorado por ambas caras, con círculos, espirales, bandas paralelas, etc. Refleja un conocimiento magistral de las técnicas de fundición, que tardará muchos siglos en dominarse en otras partes del continente.

 

Estos espacios llegan a hacerse muy complejos, con pasillo de acceso a la cámara central, que puede ser cuadrada o circular, y que suelen estar cubiertos con una falsa bóveda. Quedan destacados ejemplos en las islas de Malta, Creta (precedente del arte micénico) y Menorca, en transición a la Edad de los Metales. Edad de los Metales El nuevo período se puede dividir en las edades de: Bronce Antiguo y Medio (2.000 a.c.-1.300 a.c.) Bronce Final (1.300 a.c.-700 a.c.) Edad del Hierro o de Hallstatt (desde 700 a.c.)

 

En este período ya se adentra el famoso Cromlech de Stonehenge.

Por lo general, el bronce se emplea para los objetos diarios, mientras que se reservan los metales preciosos como el oro para adornos personales u ofrendas religiosas, como en el caso del Carro solar de Trundholm o de los cascos de Vikso.

Hacia 1.200 a.c. se aprecia un cambio fundamental, los entierros colectivos son sustituidos por la incineración de los restos humanos, los cuales se depositan en urnas.

Esta época, conocida como la Cultura de los Campos de Urnas, testimonia un mayor dominio del nuevo metal, el hierro, empleado en objetos guerreros: armas, escudos y cascos.

Desde los inicios del primer milenio a.c. los pueblos griegos y fenicios comienzan la colonización del Mediterráneo.

Esto determina civilizaciones importantes como los cartagineses (en el norte de África), los etruscos (Italia central) o los íberos (en la península Ibérica), con obras como La Dama de Elche.

 

 

 

 

 

 

 

 

Dama de Elche - España

El arte de los íberos logra un sorprendente dominio en la representación del rostro humano, que denota la influencia del arte de los pueblos del Mediterráneo oriental. Se supone que la figura representa a una diosa o sacerdotisa, que aparece ricamente adornada con joyas en traje y cabello.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cascos de Vikso - Dinamarca

Realizados en bronce hacia el año 900 a.c. seguramente no fueron utilizados en combate, sino como objetos de lujo en ceremonias, de ahí la elegancia de los cuernos. En el casco se han reproducido ojos, cejas y nariz.

 

 

por Diego Julián Anzola Patiño.